Los fabricantes de coches avisan. Si entra en vigor la nueva normativa de emisiones Euro 7, los costes de fabricación por vehículo se encarecerán en unos 2.000 euros, cantidad que tendrá que repercutirse en los precios, aunque seguramente el coste que tendrá que pagar el usuario final sobrepasará esa cifra de los 2.000 euros, ya que a este cálculo -referido a los costes directos de producción- habría que sumar los costes indirectos.
Así de tajante se muestra la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, ACEA, quien explica que la propuesta Euro 7 daría lugar a aumentos de costes directos entre 4 y 10 veces superiores a los calculados por la Comisión Europea. Esta norma, que entraría en vigor en julio de 2025, establece unos requisitos más estrictos a la hora de medir las emisiones contaminantes.
A estos costes directos de la Euro 7 se unirán otros indirectos, como un mayor consumo de combustible. Durante la vida útil de un vehículo, esto podría aumentar los costes de combustible en un 3,5%, lo que asciende a 20.000 € adicionales para camiones y 650 € para turismos y furgonetas.
Los fabricantes ya habían advertido de esta subida de costes, pero ahora se hacen eco de un nuevo estudio realizado por Frontier Economics que hace un cálculo más detallado de lo que la normativa Euro 7 aumentaría los costes de fabricación para todos los vehículos (turismos, furgonetas, camiones y autobuses).
El informe cifra el aumento en torno a los 2.000 € para turismos y furgonetas con motor de combustión interna, y cerca de 12.000 € para camiones y autobuses diésel. Unas cifras claramente superiores a las estimaciones de la Comisión en su evaluación de impacto Euro 7: 180-450 € para turismos y furgonetas, y 2800 € para camiones y autobuses. Estas cantidades comprenden únicamente los costes directos de fabricación, principalmente para equipos e inversiones.
Emisiones Euro 6 y Euro 7
Los fabricantes consideran que con las normas Euro 6/VI actuales, la UE tiene los estándares más completos y estrictos para las emisiones de contaminantes (como NOx y partículas) del mundo. Las emisiones de escape ya se encuentran en un nivel apenas medible gracias a la tecnología de vehículos de última generación.
Estudios recientes evidencian que la renovación del parque de vehículos más antiguos y más contaminantes por otros que incorporen la Euro 6/VI, junto con la electrificación de vehículos nuevos, generaría una reducción del 80% en las emisiones de NOx del transporte por carretera para 2035 (en comparación con 2020). Durante el mismo período, los escenarios Euro 7 más estrictos (es decir, límites de NOx y partículas fijados en cero) reducirían las emisiones de NOx del transporte por carretera hasta en un 4% más para turismos y furgonetas y un 2% para camiones, en comparación con Euro 6/ VI.
Un impacto ambiental bajo a un alto coste
“La industria automotriz europea se compromete a reducir aún más las emisiones en beneficio del clima, el medio ambiente y la salud. Sin embargo, la propuesta Euro 7 simplemente no es la forma correcta de hacerlo, ya que tendría un impacto ambiental extremadamente bajo a un costo extremadamente alto”, afirmó Sigrid de Vries, directora general de ACEA.
A los costes directos habría que sumar los indirectos, «que se ignoran en la evaluación de impacto de la Comisión», explica ACEA. Estos se añadirían al precio del vehículo,» ejerciendo presiones financieras adicionales sobre los consumidores y las empresas en un momento de alta inflación y aumento de los precios de la energía».
La nueva normativa Euro 7 ha sido muy discutida también en España, donde el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, ya alertó de la posibilidad de que en nuestro país se cierren fábricas y se pierdan miles de empleos en caso de que entre en vigor la propuesta actual de la normativa Euro 7.
