El refrán que dice que la avaricia rompe el saco se podría haber aplicado perfectamente a Volkswagen con el proyecto que diseñaron a principios de esta década. El fabricante alemán lanzó al mercado el Phaeton, una berlina de lujo para competir contra gigantes, como BMW y Mercedes. La intención de Ferdinand Piëch, propietario del Grupo Volkswagen por aquel entonces, era posicionar a la marca en el segmento premium del mercado con un lujo que pocas veces se había visto hasta ese momento y la ingeniería más avanzada.
Era la respuesta del grupo al lanzamiento del Mercedes Clase A y el BMW Serie 1. Las expectativas eran altas, pero Volkswagen se estrelló más pronto que tarde con ventas muy por debajo de las previsiones y se convirtió en uno de los coches menos rentable de la historia. Perdían casi 30.000 euros por cada unidad vendida.
2Casi 30.000 euros de pérdidas con cada coche vendido
Volkswagen aseguró que podían fabricar hasta 20.000 unidades al año del Phaeton que iba a revolucionar la carretera, pero no fue necesario. Es cierto que la tecnología, el diseño y el lujo estaba muy por encima de su competencia, pero su precio era tan alto que únicamente vendieron unos 6.000 coches al año.
Salió al mercado con motores gasolina y diésel. Los primeros entregaban 420 CV de potencia, mientras que los segundos rondaban los 313 CV, pero su precio oscilaba entre los 120.000 y los 150.000 euros.
En España no triunfaron demasiado, pero sí les fue algo mejor en Alemania, China y Corea del Sur. Sin embargo, no hay dudas de que fue y sigue siendo uno de los vehículos menos rentables del mercado, porque perdieron unos 28.100 euros por cada unidad vendida. Cerca de 30.000 euros de pérdidas que un fabricante del nivel de Volkswagen no se puede permitir.