A pesar de los habituales agoreros, las ventas de automóviles en 2023 comenzaron a levantar cabeza, después de tres años de pandemia, inflación, falta de componentes, guerras y significativas subidas en el precio de los coches. Es cierto que como se preveía, no se ha superado el millón de unidades vendidas de 2019, pero también lo es que España, con sus 949.359 matriculaciones entre turismos y todoterrenos y un crecimiento del 16,7 por ciento, se sitúa como uno de los países mejor colocados de Europa.
Además, todos los canales ofrecen datos positivos desde el de particulares, que es el más rentable y suma 419.528 ventas y un alza del 14,5 por ciento, hasta el de las empresas que cierran el año con una subida de 393.815 unidades y un 13,1 por ciento. Mención aparte merecen los datos de las compañías de renting que, como el turismo, galopan a buen ritmo y tienen un crecimiento del 33,43 por ciento con 152.788 matriculaciones.
2023 también ha sido un buen año para las fábricas españolas
Tampoco debemos subestimar los resultados de nuestras fábricas, que ensamblaron 2.462.604 coches y un crecimiento del 11 por ciento que nos coloca una vez más como el segundo mayor productor europeo y octavo mundial. En este sentido y con la llegado del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del vehículo eléctrico y conectado (Perte VEC), dotado con 1.250 millones de euros, España seguirá siendo un bastión en 2024. De hecho, 250 millones serán para ayudas directas de proyectos industriales en marcha y se prevé una inversión de futuro de 12.000 millones de euros. Habrá que cruzar los dedos para que las apuestas de compañías como Tesla y su posible planta en Sagunto (Valencia), la gigafactoría de Stellantis en Figueruelas, (Zaragoza), la de baterías de Ino Bat en Valladolid o la más que posible inversión de algún que otro grupo chino, se hagan realidad en este año.
Una realidad que sitúa a nuestro país como un gran productor de automóviles y refuerza las demandas de las patronales Anfac, Faconauto y Gamvan en el sentido de reclamar paralelamente medidas gubernamentales que impulsen las ventas y así recuperar las matriculaciones previas al COVID, que aún están un 24 por ciento por debajo. De esta forma y con estos fundamentos acometemos un 2024 donde las marcas del automóvil están preparadas para lanzar más de 70 nuevos modelos y realizar un número importante de restyling y mejoras en los ya conocidos. En concreto, un panorama que no pinta nada mal y en el que hay que tener en cuenta a un sufrido comprador que padece constantemente de subidas de precios y tipos de interés, de las incertidumbres propias de la transformación de la movilidad y de la situación político-social del momento. Buena prueba de esto lo tenemos en un mercado de coches de segunda meno que en 2023 ha vendido 2.000.000 de unidades, que son el doble de las matriculaciones de los coches nuevos. En definitiva, 2024 es un año de oportunidades, cambios y de retos.