La seguridad vial es una preocupación constante de las autoridades de tráfico en todo el mundo, y la tecnología se convierte en una aliada clave para combatir los peligros en la carretera. En este contexto, la Dirección General de Tráfico (DGT) en España ha dado un paso significativo con la implementación de la nueva Ley sobre Tráfico y Seguridad Vial, que introduce cambios sustanciales, incluido el uso obligatorio de alcoholímetros antiarranque en ciertos vehículos.
A lo largo de las próximas líneas exploraremos los detalles y las implicaciones de esta medida que, al menos sobre el papel, busca aumentar la seguridad en las carreteras españolas.
1La nueva normativa de la DGT y su impacto
Desde el 21 de marzo de 2022, la Ley sobre Tráfico y Seguridad Vial de la DGT ha entrado en vigor en España, introduciendo una serie de modificaciones legales destinadas a fortalecer la seguridad en las carreteras. Entre estas reformas, una de las más destacadas es la obligatoriedad de instalar alcoholímetros antiarranque en los vehículos de categoría M2 y M3 utilizados para el transporte de personas.
Estos vehículos, principalmente autobuses y autocares, deben contar con una interfaz normalizada para la instalación de alcoholímetros antiarranque. La implementación de esta medida se realizará en dos fases. La primera fase, que comenzó el 6 de julio de 2022, afecta a los vehículos que ya disponen de la interfaz. La segunda fase, iniciada el 6 de julio de 2024, implica que todos los vehículos M2 y M3 de nueva fabricación deberán incorporar la interfaz de fábrica.
