Especialmente en el ámbito laboral, los medios de transporte y la tecnología nos mantienen conectados a toda hora No es de sorprender, entonces, que el 44% de los trabajadores se sientan estresados y desmotivados, según un estudio de Gallup. Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, celebrado el pasado 10 de octubre, Trainline, la app líder en la venta de billetes de tren y autobús en Europa, hizo un llamado urgente: la desconexión es esencial para mantener la salud mental en equilibrio.
Viajar puede ser una excelente herramienta para desconectar y recargar energía, pero el medio de transporte que elijamos desempeña un papel crucial en este proceso. Mientras que algunas opciones, como el tren, pueden ser aliadas en la lucha contra el estrés, otras —como el coche, la moto o el autobús— pueden llevarnos directamente al agotamiento mental. A continuación, te contamos por qué debes reconsiderar estas opciones si lo que buscas es evitar acabar con los nervios deshechos.
3El autobús: la incomodidad del transporte colectivo
El autobús, como transporte público, es una opción económica y relativamente accesible, pero su impacto en el bienestar mental es considerablemente negativo. El hacinamiento, la falta de espacio personal y la poca previsibilidad de los tiempos de llegada generan una gran cantidad de estrés. El entorno abarrotado de personas en un espacio cerrado puede provocar sensaciones de agobio e incomodidad, afectando tanto a nuestra paciencia como a nuestro estado emocional.
Además, los retrasos frecuentes y la ineficiencia del servicio público en algunas ciudades crean frustración, irritabilidad y un sentimiento de impotencia. Esta suma de inconvenientes convierte al autobús en un medio de transporte que no favorece la desconexión mental.
- Impacto psicológico: La falta de control sobre el entorno y la incomodidad física del autobús generan una sensación de caos y desorganización, lo que puede llevar a episodios de ansiedad.
- Alternativa: El tren es, nuevamente, la mejor opción. No solo ofrece comodidad y espacio personal, sino que su puntualidad y su capacidad para movernos de manera eficiente entre ciudades reducen la incertidumbre y el estrés. Además, el entorno relajado nos permite disfrutar del trayecto en lugar de sufrirlo.