El parque de vehículos en España es cada día más viejo, más inseguro y más contaminante. Una realidad que vuelve a evidenciar un nuevo informe, que incide en que en 2027, en nuestro país estarán en circulación unos 30 millones de vehículos, calculando que el parque se incrementará en cerca de un 1% cada año.
Son algunos de los datos que recoge el Observatorio de Movilidad de Arval, que aborda las tendencias de movilidad de particulares y empresas en nuestro país. El estudio refleja que la venta de coches nuevos no termina de despegar y «no se producen los achatarramientos necesarios», lo que provoca que la antigüedad del parque español siga creciendo hasta alcanzar los 14,2 años de edad media en 2023.
Según sus autores, los particulares se resisten a cambiar de coche y mantienen el anterior el mayor tiempo posible, ya que más del 75% de los vehículos transferidos en 2023 se situaron por encima de los diez años.
Un parque más contaminante
La decisión de los consumidores tiene consecuencias graves, ya que supone que sigue habiendo millones de coches en circulación con estándares de seguridad ya desfasados, que son más propensos a causar accidentes, y también con un elevado potencial contaminante.
Respecto a las emisiones, los modelos electrificados y de energías alternativas solo suponen el 3,8% del parque real, evidencia el informe. Esta cuota aumenta ligeramente en los turismos (4,6) y desciende al 1,2% en los comerciales ligeros, una categoría en la que los vehículos diésel copan el 95% del parque.
De hecho, un 26% del parque ni siquiera tiene etiqueta ambiental, lo que supone que estos vehículos no pueden circular por las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
Según refleja el estudio de Arval, el problema es que muchos de estos vehículos más contaminantes y obsoletos pertenecen a familias de bajos recursos que no pueden afrontar la compra de un coche nuevo.
Además, a la renovación del parque tampoco contribuye la lenta implementación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE): de los 149 municipios afectados por esta normativa (ciudades de más de 500.000 habitantes) solo 14 habían puesto en marcha ZBE operativas en diciembre de 2023. «Se espera que en 2024 este proceso se acelere y muchos conductores se verán obligados a renovar su vehículo», concluyen los autores del informe.
Vehículos con siniestralidad mayor
Por otro lado, los vehículos más viejos no incorporan sistemas de asistencia a la conducción y tecnologías modernas, lo que hace que el riesgo de siniestralidad sea mayor y también generan más lesiones y víctimas cuando tienen un accidente.
En el propio informe, el director general de la Dirección General de Tráfico, DGT, Pere Navarro, señala que la relación entre la siniestralidad y la edad de un vehículo: «el mismo siniestro con un vehículo de menos de cinco años te puede salvar la vida, saldrás ileso, mientras que con un vehículo antiguo tendrá graves consecuencias. El riesgo de fallecer o resultar herido grave se multiplica por dos al comparar los accidentes ocurridos con vehículos de 10 a 15 años de antigüedad en relación con vehículos de menos de cinco años».
«Con las cifras de siniestralidad del año 2022 se observa claramente cómo la antigüedad media de los turismos en los que viajaban los fallecidos en accidentes era de 14,8 años en el caso de accidentes en vías interurbanas y de 15,4 en vías urbanas, mientras que la antigüedad media del parque circulante de turismos era de 11,8 años. En la DGT trabajamos en la educación y formación de los conductores para evitar el error humano, pero si éste se produce, las ayudas a la conducción de los vehículos nuevos minimizarán y mucho las consecuencias», concluye Navarro.
