En España, ciertas carreteras son propensas a colapsar con las primeras nevadas, generando situaciones peligrosas para los conductores. Ya sea por su altitud, la falta de mantenimiento adecuado o el elevado tráfico que soportan, algunas vías se convierten en auténticas trampas cuando llegan los primeros copos de nieve.
Si bien las autoridades tratan de minimizar los efectos del invierno en la circulación, la realidad es que hay carreteras que siguen siendo un punto crítico en la red viaria. A continuación, se detallan cuatro de las más problemáticas.
2Puerto de Monrepós (A-23)
El Puerto de Monrepós, en la A-23, es la principal vía de acceso al Pirineo aragonés. Su altitud y su ubicación hacen que sea una de las carreteras más afectadas por el invierno, sufriendo cortes frecuentes debido a nevadas y placas de hielo.
Durante el invierno, es común que esta carretera sufra cortes debido a nevadas y placas de hielo, lo que provoca retenciones y accidentes. A pesar de que se han instalado barreras antialudes y se dispone de un plan de vialidad invernal con equipos de quitanieves, las condiciones extremas siguen afectando la circulación.
La inestabilidad geológica de la zona ha causado desprendimientos y corrimientos de tierra, agravando la situación y afectando la seguridad de los conductores. Estos fenómenos han obligado en varias ocasiones a cerrar la carretera de manera preventiva, dejando aislados temporalmente a pueblos del Pirineo y dificultando el acceso a estaciones de esquí y localidades turísticas.