Madrugar para enfrentar una interminable fila de coches, avanzar a trompicones y ver cómo el reloj avanza sin piedad mientras seguimos inmóviles es una experiencia que pone a prueba la paciencia de cualquiera. ¿Cuántas veces nos hemos sentido atrapados en el tráfico, deseando desaparecer del caos? Los atascos no solo afectan nuestros horarios, sino también nuestra salud mental. Sin embargo, aunque no siempre se pueden evitar, sí podemos aprender a manejarlos sin perder los papeles. Aquí te dejamos cuatro consejos prácticos para que los atascos dejen de ser una pesadilla.
4Si tienes compañía, mantén la calma: no la pagues con tus pasajeros
Uno de los mayores retos al quedar atrapado en el tráfico es si llevas pasajeros a bordo, especialmente niños. Ellos, que tienen menos paciencia y más energía, pueden agravar el estrés del atasco con sus inquietudes y aburrimiento. En estos casos, la paciencia y la creatividad son tus mejores aliados.
Si viajas con niños, aprovecha el momento para hacer juegos que los distraigan. Clásicos como «veo veo» o contar coches de un color específico pueden ser útiles. Y si todo lo demás falla, una pantalla con su película favorita podría salvar el día. Aunque es importante limitar el tiempo frente a los dispositivos, un atasco es una medida justificable para mantener la paz en el auto. No olvides que los niños aprendan de lo que ven, por lo que mantener una actitud calmada y ejemplar es esencial para que ellos también afronten mejores estas situaciones.
