Un clásico de nuestra historia de la automoción cumple 40 años. Se trata del Citroën BX supone una historia rica e inesperada en la vida de la marca francesa. Y se refleja en el éxito comercial que logró durante sus 12 años de existencia.
Para conmemorar este hito, los expertos de la asociación L’Aventure Citroën invitaron a todos los seguidores del modelo a redescubrir el BX el pasado septiembre en el Conservatorio Citroën de Aulnay-sous-Bois.
1El Citroën BX bajo la torre Eiffel
Era el 23 de septiembre de 1982, cuando caía la noche, y una gran multitud había abarrotado el Champ-de-Mars. Sus ojos se dirigieron hacia el primer piso de la Torre Eiffel, donde se encontraba colgada una gigantesca caja de madera con la inscripción «Voilà la nouvelle Citroën».
En un vertiginoso espectáculo de luz y sonido, la caja de madera fue bajada lentamente al suelo. Ésta finalmente se abrió para revelar el Citroën BX. Así comenzó una historia de éxito para la marca. Con una gran ovación y con la Torre Eiffel adornada con dobles chevrones y envuelta en un gran espectáculo de fuegos artificiales.
Unos días después, el 30 de septiembre de 1982, el 69º Salón del Automóvil de París abrió sus puertas en el recinto ferial Porte de Versailles. El momento que supuso el pistoletazo de salida a la venta del BX, una de las estrellas indiscutibles de la edición de ese año.