Comprar un coche de segunda mano puede parecer una gran oportunidad, pero también conlleva riesgos, como el fraude en el kilometraje. Manipular el cuentakilómetros para que parezca que el vehículo tiene menos uso del real es una práctica más común de lo que debería, y los compradores desprevenidos suelen ser las principales víctimas.
El caso más reciente que ha captado la atención es el de un vehículo al que se le han rebajado nada menos que 400.000 kilómetros. Esta situación, descubierta por un perito judicial, subraya la necesidad de extremar precauciones al adquirir un coche usado.
2Las consecuencias legales de esta práctica
Alterar el kilometraje no es solo una falta ética; en España, también es ilegal. Según el Código Penal, esta práctica se considera un fraude y puede conllevar sanciones económicas e incluso penas de cárcel para quienes la llevan a cabo.
Desde el punto de vista del comprador, descubrir que ha sido víctima de un engaño permite iniciar acciones legales contra el vendedor. El perito judicial recomienda conservar toda la documentación de la compra, como el contrato y los informes del vehículo, ya que serán esenciales en caso de emprender un proceso judicial.
