El invierno visita las carreteras secundarias con un manto de desafíos que pone a prueba incluso a los conductores más experimentados. Estas vías, que ya son peligrosas por la naturaleza, se convierten en auténticos campos minados cuando el frío, la nieve y el hielo entran en escena. No es casualidad que el 73 % de las víctimas mortales y el 78 % de los heridos graves en la red interurbana se concentren en este tipo de tramos. La combinación de menor mantenimiento, curvas cerradas y condiciones meteorológicas adversas dibuja un panorama que exige máxima precaución. Aquí te contamos cómo enfrentarlas con seguridad.
2La suavidad al volante es clave
Las maniobras bruscas son enemigos mortales en carreteras secundarias, especialmente bajo condiciones invernales. Frenar de golpe, girar bruscamente o acelerar repentinamente puede desencadenar pérdidas de control del vehículo, agravadas por la menor adherencia del pavimento. Los expertos recomiendan realizar todas las maniobras de forma progresiva y con antelación. Conduce como si llevaras un vaso de agua lleno sobre el tablero: suave, anticipandote a cada curva y pendiente, sin derramar una gota.