Todos sabemos lo importante que es conducir de forma segura, pero ¿lo aplicamos en nuestro día a día? Existen una serie de técnicas, comportamientos y actitudes que mejoran la seguridad al volante y reducen los riesgos de sufrir un accidente. Respetar las señales y los límites de velocidad es lo más evidente, pero también implica mantener la distancia de seguridad, evitar distracciones o hacer el mantenimiento correspondiente para evitar sustos.
Todo esto, lógicamente, tiene un impacto positivo en la conducción y en el consumo de combustible. Por ejemplo, circular por encima de la velocidad máxima permitida pone en riesgo tu vida, la de los que te rodean y encima consume mucho más combustible. Igual que no anticiparse al tráfico o conducir con demasiados acelerones y frenazos.
Una conducción eficiente disminuye las emisiones de CO₂, provoca un menor impacto ambiental y si lo miramos desde un enfoque individualista, también nos ahorra bastante dinero en combustible. Por eso, a continuación compartimos algunas recomendaciones que ha publicado Northgate Renting Flexible para ayudarnos a conducir de forma segura.
Toma nota de estos tips para conducir de forma segura
Respetar las normas de circulación, dejar a un lado el móvil y cualquier distracción, hacer el mantenimiento a los kilómetros que toca, controlar la temperatura de la calefacción o el aire acondicionado. Estas son algunas de las prácticas recomendables para conducir de forma segura y de paso no consumir ni una gota más de gasolina.
Conducir de forma segura es hacer el mantenimiento cuando toca
Igual que echas gasolina o diésel cuando está a punto de acabarse, también deberías controlar que todos los elementos del coche estén en orden. Por ejemplo, cambia el aceite según los tiempos que indique el fabricante, sustituye los filtros cuando toque y no circules con unos neumáticos demasiado desgastados.
Pero además del mantenimiento más general, que suele hacerse una vez al año, también deberías revisar siempre tu vehículo antes de un viaje largo. Esto implica verificar los niveles de todos los líquidos (aceite, refrigerante, limpiaparabrisas y frenos), los neumáticos, la iluminación, los filtros, pastillas, discos de freno o el sistema de calefacción.
Así, te asegurarás de que todo está a punto para un viaje largo. Es lo que te permitirá conducir de forma segura y ahorrar combustible, porque unos simples neumáticos más desgastados de la cuenta ya pueden consumir más gasolina o diésel del que toca (además del peligro que suponen).
Mantén una velocidad constante para conducir de forma segura
Seguro que conoces las técnicas de conducción eficiente, que aplican tanto a motores de combustión como a eléctricos, y una de las principales reglas es mantener una velocidad constante. Esto significa evitar acelerones y frenazos bruscos, porque además de ser peligroso, dispara el consumo de combustible.
¿Y en atascos? No deberías acelerar ni frenar de manera brusca si mantienes la distancia de seguridad con el coche de delante (100 metros o un intervalo de cuatro segundos). Además, también ayuda hacer los cambios de marcha rápido y circular siempre en marchas largas para optimizar el consumo de combustible.
Controlar el uso de la calefacción
¿Eres de los que activa la calefacción en cuanto arrancas el coche? Es una práctica habitual en invierno, pero bastante desaconsejada. El motor necesita trabajar mucho más para generar calor, así que aumenta el consumo de combustible.
Lo ideal es que el motor primero alcance su temperatura óptima de funcionamiento (cuando se apague el testigo azul de temperatura del motor) y después enciendas la calefacción. Es más, el habitáculo irá adquiriendo una temperatura más agradable poco a poco sin necesidad de forzar el sistema de climatización. Así, evitarás un esfuerzo innecesario.
Mantener un buen confort en el habitáculo
El consejo anterior estaba más orientado al ahorro de combustible y a alargar la vida útil del motor. Este, también relacionado, tiene mucho más que ver con conducir de forma segura.
Los expertos recomiendan que la temperatura del habitáculo nunca pase de 21 grados. Muchas veces, es inevitable poner la calefacción al máximo para que el coche se caliente en invierno, pero después es importante bajarla porque el calor extremo provoca somnolencia. Además, los cristales y retrovisores se pueden empañar.
Y también relacionado con el confort, siempre se recomienda conducir con ropa cómoda, sobre todo de cara a viajes largos. Y que las prendas nunca impidan el buen funcionamiento del cinturón de seguridad.
Conducir de forma segura es utilizar el cinturón de seguridad
Utilizar el cinturón de seguridad es la norma más básica para conducir de forma segura, aunque nunca está de más recordarlo. De hecho, más de 800 personas al día no se lo ponen, según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico. Reduce radicalmente el riesgo de sufrir lesiones graves en caso de accidente y protege tanto al conductor como al resto de pasajeros.
Si viajas con niños, asegúrate de que todos se lo hayan puesto (o hazlo tú si son demasiado pequeños) antes de arrancar el vehículo. Da igual que los trayectos sean en zonas urbanas o que apenas vayan a durar unos minutos, porque el cinturón de seguridad salva vidas.
Evita llevar más peso del necesario
Por último, evita llevar más peso de lo necesario. Lógicamente, si te vas de viaje tendrás que llevar maletas, pero ten en cuenta que cada kilo extra de peso obliga al motor a trabajar mucho más, por lo que demanda más energía y gasta más gasolina o diésel de la cuenta.
Es más, un vehículo sobrecargado puede perder estabilidad y equilibrio, lo que afecta directamente a la conducción segura. Es más, puedes perder la capacidad de respuesta en curvas, frenadas y maniobras de emergencia.