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6 motores de 6 cilindros en línea que causaron furor en el pasado

Dentro del apasionante mundo del automovilismo, los motores de seis cilindros en línea han ocupado un lugar especial, tanto por su rendimiento como por su capacidad de personalización. En este contexto, los alemanes y japoneses han emergido como verdaderos íconos, desafiando los límites de la ingeniería y estableciendo nuevos estándares en potencia y fiabilidad.

Desde las legendarias autopistas de Alemania hasta los circuitos de carreras de Japón, estos motores han dejado una marca indeleble en la historia del automóvil. Exploraremos la importancia de los de seis cilindros en línea, destacando su relevancia tanto en la cultura automotriz como en la evolución tecnológica, a través del análisis de emblemáticos, como el Toyota 2JZ-GTE y el BMW S54B32, entre otros.

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La lucha germánica dentro de los 6 cilindros

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En Europa, el BMW S54B32 representa la cúspide de la ingeniería alemana en motores de seis cilindros en línea. Montado en el legendario M3 E46, este bloque atmosférico de 3.2 litros entregaba 343 CV y 365 Nm de par, conquistando el título de Motor del Año en 2001. Equipado con tecnología heredada de la competición, como una mariposa de admisión individual, el S54B32 destacaba por su rendimiento y fiabilidad, capturando el corazón de los amantes del rendimiento.

Para BMW, el M88 representó un hito en su legado de motores de alto rendimiento. Con su debut en 1978, este motor de 3.5 litros impulsó modelos icónicos como el M5 y el legendario M1. Desde sus modestos comienzos con 300 CV hasta su versión de competición de más de 800 CV, el M88 se destacó por su potencia y fiabilidad, estableciendo un estándar para generaciones futuras de motores de alto rendimiento.

El Mercedes M104, otro producto de la ingeniería alemana, demostró su valía durante más de una década. Con variantes que abarcaban desde 2.8 hasta 3.4 litros de desplazamiento, este motor propulsó una amplia gama de modelos de Mercedes-Benz. Desde su versión más potente de fábrica, desarrollada por AMG con 272 CV, hasta las bestias turboalimentadas de hasta 800 CV, el M104 dejó una huella imborrable en el mundo de la personalización de motores.