Nuestras costumbres al volante influyen directamente en la vida útil de muchos componentes, como el embrague. Este elemento es clave para que podamos cambiar de marcha sin problema. Sin embargo, con el tiempo es inevitable su desgaste, resultando en costosas reparaciones. Aprender a cuidarlo correctamente puede ahorrarte mucho dinero a largo plazo. Por ello, en este artículo, te damos seis sencillos trucos que puedes aplicar a tu rutina de conducción para que tu embrague dure más tiempo.
5No aceleres mientras embragas
Aunque cambiar de marcha rápidamente puede ser tentador, sobre todo si te gusta conducir de forma deportiva, esta práctica puede dañar tanto el embrague como el motor. Acelerar mientras estás embragando o desembragando hace que el motor trabaje más de lo necesario y genera una fricción perjudicial en el embrague.
Lo ideal es sincronizar bien el momento de soltar el embrague con el de acelerar. Si al cambiar de marcha notas tirones o que el coche no responde como debería, puede ser una señal de que no estás realizando el cambio de manera adecuada. Recuerda: la conducción suave y controlada es clave para prolongar la vida útil del sistema.
