Comprar un coche es una de las decisiones más importantes y emocionantes en la vida de muchas personas. Sin embargo, cuando se trata de elegir entre un coche nuevo y uno de segunda mano, la opción más sensata podría ser evitar los recién salidos de fábrica. Aunque un coche nuevo brilla con su olor a fresco y su pintura impecable, a menudo conlleva más dolores de cabeza financieros que beneficios reales. A continuación, te presentamos ocho razones clave por las que nunca deberías comprarte un coche nuevo.
2Depreciación acelerada de los coches nuevos
Uno de los mayores secretos a voces de la industria automovilística es que los coches nuevos pierden un valor considerable en cuanto salen del concesionario. De hecho, un coche nuevo puede perder hasta el 30% de su valor durante su primer año. Así que si compras un coche nuevo hoy, mañana ya tendrás en tus manos un bien que vale mucho menos de lo que pagaste. Al elegir un coche de segunda mano, te saltas esta dura realidad, ya que el primer propietario ya ha absorbido la mayor parte de esa depreciación inicial.
