Comprar un coche es una de las decisiones más importantes y emocionantes en la vida de muchas personas. Sin embargo, cuando se trata de elegir entre un coche nuevo y uno de segunda mano, la opción más sensata podría ser evitar los recién salidos de fábrica. Aunque un coche nuevo brilla con su olor a fresco y su pintura impecable, a menudo conlleva más dolores de cabeza financieros que beneficios reales. A continuación, te presentamos ocho razones clave por las que nunca deberías comprarte un coche nuevo.
4Variedad de opciones a tu disposición
El mercado de coches de segunda mano es sorprendentemente diverso. Tanto si buscas un modelo específico como si necesitas un coche más práctico, las opciones son inmensas. Puedes encontrar vehículos diésel, gasolina, eléctricos o híbridos, y siempre hay alguna opción que se adapta a tus necesidades. Además, al elegir un coche usado, no estás limitado a los modelos más recientes, lo que te permite explorar versiones anteriores que podrían ser más fiables y accesibles.