Comprar un coche es una de las decisiones más importantes y emocionantes en la vida de muchas personas. Sin embargo, cuando se trata de elegir entre un coche nuevo y uno de segunda mano, la opción más sensata podría ser evitar los recién salidos de fábrica. Aunque un coche nuevo brilla con su olor a fresco y su pintura impecable, a menudo conlleva más dolores de cabeza financieros que beneficios reales. A continuación, te presentamos ocho razones clave por las que nunca deberías comprarte un coche nuevo.
5Entrega inmediata, sin largas esperas
Una de las frustraciones más comunes al comprar un coche nuevo es la espera. Los plazos de entrega pueden ser de semanas o incluso meses, dependiendo del modelo y las especificaciones que elijas. En cambio, cuando compras un coche de segunda mano, el vehículo es tuyo casi inmediatamente después de firmar los papeles. Esto significa que puedes empezar a disfrutar de tu nuevo coche sin retrasos ni complicaciones.