Comprar un coche es una de las decisiones más importantes y emocionantes en la vida de muchas personas. Sin embargo, cuando se trata de elegir entre un coche nuevo y uno de segunda mano, la opción más sensata podría ser evitar los recién salidos de fábrica. Aunque un coche nuevo brilla con su olor a fresco y su pintura impecable, a menudo conlleva más dolores de cabeza financieros que beneficios reales. A continuación, te presentamos ocho razones clave por las que nunca deberías comprarte un coche nuevo.
6Menor coste de seguro
El seguro de un coche nuevo suele ser más caro que el de uno de segunda mano. Las compañías de seguros consideran que los coches nuevos representan un mayor riesgo financiero en caso de siniestro, lo que se traduce en primas más altas. Además, muchos coches usados tienen una cobertura más completa a un coste menor, lo que te permite proteger mejor tu inversión sin gastar una fortuna.
