Comprar un coche es una de las decisiones más importantes y emocionantes en la vida de muchas personas. Sin embargo, cuando se trata de elegir entre un coche nuevo y uno de segunda mano, la opción más sensata podría ser evitar los recién salidos de fábrica. Aunque un coche nuevo brilla con su olor a fresco y su pintura impecable, a menudo conlleva más dolores de cabeza financieros que beneficios reales. A continuación, te presentamos ocho razones clave por las que nunca deberías comprarte un coche nuevo.
7Garantía y protección contra problemas ocultos
A diferencia de lo que muchos piensan, los coches de segunda mano también pueden ofrecer garantías sólidas, especialmente si los adquieres a través de concesionarios o plataformas de confianza. En España, el Código Civil obliga al vendedor a garantizar que el vehículo está libre de cargas y vicios ocultos. En transacciones entre particulares, esta garantía cubre los primeros seis meses, mientras que en compras a profesionales se extiende a un año. Además, en muchas ocasiones, puedes revisar el historial de reparaciones del coche antes de comprarlo, lo que te da una mayor tranquilidad sobre su estado real.
