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9 trucos para ahorrar gasolina, incluso cuando conduces en un vendaval

Conducir en condiciones adversas, como cuando un fuerte vendaval azota el coche, no solo pone a prueba nuestra habilidad al volante, sino también el consumo de gasolina. Los vientos intensos aumentan la resistencia del vehículo, lo que genera un esfuerzo adicional en el motor y, por lo tanto, un incremento en el gasto de combustible. Pero, ¿qué hacer para que este aumento no se traduzca en una visita más frecuente a la gasolina? La clave está en aplicar una serie de trucos que te ayudarán a optimizar el uso de la gasolina, incluso en las peores condiciones.

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La velocidad y los cambios de marcha

Motor16

El primer paso para ahorrar gasolina cuando conduces con viento fuerte es moderar la velocidad. Sabemos que el viento afecta directamente la aerodinámica del coche, haciéndolo menos eficiente y aumentando la resistencia. Por eso, es crucial mantener una velocidad constante y moderada, preferiblemente entre 80 y 90 km/h, que es la franja óptima para que el motor no se esfuerce demasiado. A velocidades más altas, la resistencia del viento no solo afecta la estabilidad del coche, sino que hace que el consumo de combustible se dispare exponencialmente. Controlar la velocidad es una de las mejores formas de enfrentarse a un vendaval sin vaciar el tanque.

La forma en que cambia las marchas también es esencial. En condiciones de viento, muchos conductores tienden a acelerar más de la cuenta para mantener el control del coche, pero esto es un error que puede costar mucho en términos de combustible. Lo ideal es cambiar de marcha de forma ágil y sin forzar el motor. Si conduce un coche diésel, procura no superar las 1.500-2.000 revoluciones por minuto (rpm), mientras que en los de gasolina es mejor mantenerse entre las 2.000 y 2.500 rpm. Dejar que el coche suba demasiadas revoluciones no solo desgasta el motor, sino que implica un mayor gasto de gasolina.

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