Conducir en condiciones adversas, como cuando un fuerte vendaval azota el coche, no solo pone a prueba nuestra habilidad al volante, sino también el consumo de gasolina. Los vientos intensos aumentan la resistencia del vehículo, lo que genera un esfuerzo adicional en el motor y, por lo tanto, un incremento en el gasto de combustible. Pero, ¿qué hacer para que este aumento no se traduzca en una visita más frecuente a la gasolina? La clave está en aplicar una serie de trucos que te ayudarán a optimizar el uso de la gasolina, incluso en las peores condiciones.
2Cierra las ventanillas y controla el juego de pedales
Otra cuestión importante al conducir en un vendaval es el uso de las ventanillas. Aunque pueda parecer trivial, llevar las ventanillas abiertas cuando hay viento fuerte genera una mayor resistencia aerodinámica y, en consecuencia, más consumo de gasolina. Si estás en carretera, especialmente a altas velocidades, es recomendable mantenerlas cerradas. Aunque puede que pienses que encender el aire acondicionado aumentará el gasto de combustible, en realidad, en días de mucho viento, es una opción más eficiente que dejar entrar el aire turbulento por las ventanillas. Eso sí, usa el aire acondicionado con moderación, ya que también supone un esfuerzo adicional para el motor.
La aceleración y frenado juegan un papel fundamental en el ahorro de gasolina, especialmente en situaciones de viento fuerte. El viento puede hacer que tu coche pierda estabilidad o se desplace, lo que lleva a algunos conductores a frenar de manera brusca. Evita hacerlo. En lugar de frenar repentinamente, aprovecha la inercia del vehículo y deja que el coche pierda velocidad por sí solo antes de llegar a una curva o detenerte ante un semáforo. Si el viento es lateral, anticipa tus movimientos y mantén el control del coche con maniobras suaves y predecibles. Frenar y acelerar con brusquedad no solo es peligroso en condiciones de viento fuerte, sino que también hará que tu coche consuma mucha más gasolina de lo necesario.
