Conducir en condiciones adversas, como cuando un fuerte vendaval azota el coche, no solo pone a prueba nuestra habilidad al volante, sino también el consumo de gasolina. Los vientos intensos aumentan la resistencia del vehículo, lo que genera un esfuerzo adicional en el motor y, por lo tanto, un incremento en el gasto de combustible. Pero, ¿qué hacer para que este aumento no se traduzca en una visita más frecuente a la gasolina? La clave está en aplicar una serie de trucos que te ayudarán a optimizar el uso de la gasolina, incluso en las peores condiciones.
3La distancia de seguridad y el estado del coche
Mantener la distancia de seguridad es otro truco para optimizar el consumo en situaciones de viento. Cuando las ráfagas de viento son intensas, algunos conductores tienden a pegarse al coche de delante para «aprovechar» el rebufo. Esta práctica no solo es peligrosa, sino que te obliga a frenar y acelerar constantemente, lo que aumenta considerablemente el gasto de combustible. Mantén una distancia prudente y, si es posible, evita cambios bruscos de carril. Cuanto más constante sea tu conducción, menos gasolina necesitará tu coche.
Otro factor importante es el estado del vehículo. Un coche en buen estado es más eficiente, y esto se hace aún más evidente cuando las condiciones meteorológicas no son favorables. Realiza revisiones periódicas para asegurarte de que todo funcione correctamente. Presta especial atención a los neumáticos. Unos neumáticos con la presión adecuada no solo te proporcionarán una mejor estabilidad en situaciones de viento, sino que también te ayudarán a reducir el consumo de gasolina.
