Desde hace años, las tiendas online han transformado nuestras vidas, haciendo posible que compremos casi cualquier cosa con un par de clics. Ya no es necesario recorrer interminables pasillos en busca del accesorio perfecto para nuestro coche; basta con buscar en la web, seleccione el artículo deseado y espere a que llegue a la puerta de casa. Sin embargo, detrás de esta comodidad hay un engranaje logístico complejo que, a veces, no funciona tan bien como nos gustaría.
Un reciente estudio de DS Smith , líder en soluciones de packaging sostenible, reveló que el 72% de los españoles que compran online han recibido al menos una vez productos dañados. Si miramos específicamente el último año, casi dos tercios de ellos reportan haber tenido esta experiencia al menos una vez, y los accesorios para el coche no son la excepción.
1Noviembre: el pico del caos logístico
Noviembre es el mes en el que el e-commerce pisa el acelerador. Períodos como el Black Friday y el Cyber Monday son un imán para millones de consumidores, y los accesorios para coches están entre los productos más buscados. Según el informe, más del 70 % de los compradores aprovechan los descuentos de estas fechas para hacerse con sus productos favoritos.
Sin embargo, este aumento de pedidos tiene su lado oscuro. Se estima que solo en noviembre se devolverán 17 millones de paquetes en España, muchos de ellos debido a daños ocasionados durante el transporte. Y esto no es solo un problema de satisfacción del cliente; las devoluciones generan un impacto ambiental significativo, desde el uso innecesario de materiales hasta el aumento de las emisiones de CO₂ por los reenvíos.
Aunque la comodidad del comercio electrónico es innegable, el transporte de los productos sigue siendo su talón de Aquiles. Durante el trayecto, los paquetes pueden ser aplastados, golpeados o incluso expuestos a condiciones adversas. Los accesorios para coches, como soportes, luces LED o sistemas electrónicos, no son tan resistentes como parecen. Según el estudio de DS Smith, cada consumidor afectado recibió una media de tres productos dañados en el último año, con un coste medio de 60 euros por artículo.