En invierno, las carreteras se transforman en un desafío constante: la lluvia, el hielo y la niebla conspiran para poner a prueba nuestras habilidades al volante y, sobre todo, la confiabilidad de nuestros vehículos. De todas las partes de un coche, hay una que juega un papel crucial en nuestra seguridad: los neumáticos.
Sin embargo, según un estudio del Real Automóvil Club de España (RACE) y Goodyear, 1,5 millones de vehículos en España circulan con neumáticos en mal estado. Esto no solo compromete la seguridad del conductor, sino también la de todos los usuarios de las vías.
3Más allá de la multa: prevenir es salvar vidas

El deterioro de los neumáticos puede deberse a múltiples factores: desgaste natural, presión incorrecta, exposición a condiciones climáticas adversas y falta de mantenimiento. Pero estos problemas no son inevitables; con hábitos responsables, los conductores pueden reducir considerablemente el riesgo de accidentes.
Una presión adecuada, por ejemplo, no solo mejora la seguridad, sino que también optimiza el consumo de combustible. La profundidad del dibujo, por otro lado, es un indicador clave: si bien la normativa exige un mínimo de 1,6 milímetros, los expertos recomiendan no bajar de 3 milímetros en invierno para garantizar un agarre óptimo.