Las vacaciones de Navidad abren un periodo de descanso que provoca miles de desplazamientos para juntarnos con la familia. Y, lamentablemente, también traen consigo numerosos accidentes de tráfico. Los más letales ocurren en las carreteras convencionales. Siete de cada 10 muertes en siniestros viales ocurren en este tipo de vías, según datos facilitados por la DGT.
Y lo peor de esta estadística es que prácticamente un 90 por ciento de los accidentes ocurren por errores humanos al volante. Estas son las infracciones que se comenten al conducir y que provocan un mayor números de siniestros con víctimas mortales y heridos de gravedad.
3Adelantar de manera inapropiada
La maniobra de adelantamiento es la más peligrosa al volante. Si la realizamos como debe ser no habrá problema, pero no siempre es así. A todos nos ha pasado alguna vez que hemos apurado más de la cuenta, o hemos calculado mal, y nos hemos llevado un buen susto.
El primer paso para realizar un adelantamiento sin peligro es tener una perfecta visibilidad. Incluso aunque la señalización nos permita adelantar, si no estamos seguros de tener una completa visión de la carretera, es mejor esperar.
Y una vez que nos decidimos hay que realizar la maniobra con determinación. Pisar con ganas el acelerador y reducir de marcha para incrementar la respuesta del vehículo. Todavía hay conductores que no reducen al adelantar, y ante un imprevisto el coche se quedará sin respuesta porque el régimen de giro del motor es demasiado bajo. Vital reducir, coger ‘carrerilla’ y una vez que hemos regresado a nuestro carril, subir de marcha.
En el caso de que nuestro vehículo tenga cambio automático basta con pisar a fondo el acelerador, para que entre la función ‘kick-down’, que de inmediato bajará marchas para protagonizar una respuesta más contundente del motor.
Si no lo hacemos correctamente corremos el riesgo de la temida colisión frontal. También habrá quien intente volver al carril antes de tiempo, con el riesgo de colisión o de echar de la vía al vehículo que estamos adelantando. Por cierto, el coche adelantado debe facilitar el regreso al carril del vehículo que adelanta, señala la DGT.
Hay conductores que son adelantados en zonas prohibidas, con baja visibilidad o con un mal cálculo de la maniobra. Da igual. Lo importante es evitar un accidente. No vale de nada apurar, o incluso acelerar para evitar que nos adelanten, por muy mal que lo estén haciendo. En caso de accidente grave llegarán luego los remordimientos.