Imagina que te preparas para unas merecidas vacaciones. El coche está cargado, la familia emocionada, y el GPS indica un horizonte lleno de destinos atractivos. Pero, a mitad de camino, un sonido extraño emana del motor, acompañado por una vibración inquietante. Finalmente, el coche se detiene y no vuelve a arrancar. Lo que podría haber sido el viaje del año se convierte en una pesadilla. Todo porque el aceite del motor estaba en mal estado.
Es tan vital para el coche como la sangre lo es para el cuerpo humano. Sin él, el motor no puede funcionar correctamente y, si está en mal estado, las consecuencias pueden ser devastadoras. Según Euromaster, especialista en el cuidado y mantenimiento del vehículo, un mal mantenimiento del aceite puede provocar averías que oscilan entre los 1.000 y los 8.000 euros. Un coste que no solo arruinaría tus vacaciones, sino que también podría ser un golpe significativo para tu bolsillo.
2El filtro: El guardián de la pureza
Cada vez que se cambia, también es imprescindible cambiar el filtro. Este pequeño pero crucial componente se encarga de mantener el aceite limpio al atrapar las impurezas y partículas que podrían circular por el motor. Si no se cambia el filtro, estas impurezas podrían mezclarse con el nuevo aceite, disminuyendo su eficacia y comprometiendo la salud del motor.
El filtro de aceite es, en esencia, el guardián de la pureza del motor. Al asegurarse de que el aceite circula en las mejores condiciones, se garantiza no solo un funcionamiento óptimo del motor, sino también una mayor eficiencia en el consumo de combustible y una reducción de las emisiones contaminantes. Todo esto contribuye a un menor desgaste del motor y a una vida útil más larga del vehículo.
