Los Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor, popularmente conocidos como ADAS, se han convertido en elementos omnipresentes en el paisaje automovilístico español. Su misión primordial es mejorar la seguridad tanto del conductor como de los pasajeros, mediante la prevención o la minimización de las consecuencias de los accidentes. Según datos de GIPA, aproximadamente el 43% de los vehículos en España están equipados con algún tipo de sistema de ayuda a la conducción.
No obstante, más allá de la mera adopción de estas tecnologías, es crucial garantizar su correcto funcionamiento. Norauto, una destacada cadena de mantenimiento integral del automóvil, subraya la importancia de la diagnosis electrónica para detectar posibles fallos en estos sistemas. Por consiguiente, se recomienda realizar revisiones periódicas para asegurar su eficacia.
1La obligación de los fabricantes
La incorporación de los Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (ADAS) en los vehículos ha pasado de ser una opción a una obligación, marcando un hito significativo en la industria automotriz. La fecha clave para esta transición varía según la región y la normativa específica, pero en general, se observa una tendencia hacia la adopción progresiva de estos sistemas en todo el mundo.
En Europa, por ejemplo, desde el año 2022, los fabricantes de automóviles tienen la obligación de equipar los nuevos modelos homologados con al menos ocho tipos de sistemas ADAS. Estos incluyen desde el sistema de ayuda al aparcamiento hasta la advertencia de ángulo muerto, pasando por el frenado autónomo de emergencia y el reconocimiento de señales de tráfico.