Los Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor, popularmente conocidos como ADAS, se han convertido en elementos omnipresentes en el paisaje automovilístico español. Su misión primordial es mejorar la seguridad tanto del conductor como de los pasajeros, mediante la prevención o la minimización de las consecuencias de los accidentes. Según datos de GIPA, aproximadamente el 43% de los vehículos en España están equipados con algún tipo de sistema de ayuda a la conducción.
No obstante, más allá de la mera adopción de estas tecnologías, es crucial garantizar su correcto funcionamiento. Norauto, una destacada cadena de mantenimiento integral del automóvil, subraya la importancia de la diagnosis electrónica para detectar posibles fallos en estos sistemas. Por consiguiente, se recomienda realizar revisiones periódicas para asegurar su eficacia.
3La influencia del sistema ADAS en la siniestralidad según la DGT
En términos de tipos de sistemas ADAS, existen una amplia variedad que abarca desde funciones básicas de asistencia al conductor, como el control de crucero adaptativo, hasta sistemas más avanzados de detección de peatones y ciclistas. Estos sistemas utilizan una combinación de sensores, cámaras y radares para monitorear el entorno del vehículo y proporcionar alertas o intervenciones automáticas cuando sea necesario.
La Dirección General de Tráfico (DGT) estima que si todos los vehículos estuvieran equipados con sistemas ADAS, hasta un 57% de los accidentes de tráfico podrían haberse evitado o mitigado. Estos sistemas, antes considerados como lujos exclusivos, se han democratizado gracias a normativas europeas, siendo ahora una característica común en muchos vehículos de serie.