La OCU pasa a la acción cansada de que los usuarios sufran la indiferencia «pilatesca» de los fabricantes afectados por los defectos de fabrica en sus coches, poniendo en marcha la campaña Fallo AdBlue: el enemigo del motor.
Miles de usuarios de coches diesel de Citroën y Peugeot llevan años sufriendo las consecuencias de un fallo de diseño en el depósito de Adblue, que les obliga a afrontar costosas reparaciones para poder usar el coche.
3Una situación intolerable
El problema en el tanque de Adblue en vehículos con motores diésel PSA adquiridos después de 2015 es un defecto de fábrica, reconocido por la red de talleres oficiales, pero Citroën no ha informado a los consumidores de ellos y no asume el coste de reparación.
En OCU tienen claro que no es justo que sea el conductor quien asuma las consecuencias. Por eso, tras recibir muchas quejas de los usuarios, hace unos meses OCU denunció a Citroën ante la Dirección General de Consumo de la Comunidad de Madrid, al tiempo que avisaba a las autoridades europeas de la red CPC (Cooperación para la Protección del Consumidor) por considerar que el fabricante ha incurrido en una práctica comercial desleal, contraria a los derechos de los consumidores, a quienes ha ocultado información.