La Guardia Civil es consciente de que advertir a los demás conductores de la presencia de un radar móvil, o de un control de la DGT, es una práctica muy extendida. Intenta ser un gesto de compañerismo, frente al control estricto del tráfico. Sin embargo, ese gesto de buen samaritano, puede acabar provocando una consecuencia indeseada.
El gesto de dar las luces o advertir con la mano a los conductores de enfrente de que se van a topar con un control es algo que ya está penado. Pero la Dirección General de Tráfico quiere concienciar de las implicaciones que tiene este gesto y que van más allá de las multas.
3Las ráfagas de luz pueden ayudar a escapar a delincuentes
El vídeo quiere ejemplificar cómo un gesto, que pretende hacerse con buena intención, puede ayudar a delincuentes, o provocar una tragedia. Este vídeo es una representación, pero también existen casos reales. Por ejemplo, en los años 80 un comando de ETA pudo esquivar un control policial en el País Vasco, gracias a que otros conductores les avisaron con las luces.
No solo se corre el riesgo de ayudar a un delincuente. Alertar a un conductor que va bebido o drogado a escapar de un control, puede propiciar que acabe teniendo un accidente que se podría haber evitado. En este tipo de accidentes además, suelen verse involucradas víctimas que no tenían nada que ver con el conductor ebrio.