La Guardia Civil es consciente de que advertir a los demás conductores de la presencia de un radar móvil, o de un control de la DGT, es una práctica muy extendida. Intenta ser un gesto de compañerismo, frente al control estricto del tráfico. Sin embargo, ese gesto de buen samaritano, puede acabar provocando una consecuencia indeseada.
El gesto de dar las luces o advertir con la mano a los conductores de enfrente de que se van a topar con un control es algo que ya está penado. Pero la Dirección General de Tráfico quiere concienciar de las implicaciones que tiene este gesto y que van más allá de las multas.
4Supone un grave riesgo para la seguridad vial
La autoridades se ven obligadas, año tras año, a hacer campañas al respecto para conseguir que los conductores dejen de alertar de los controles. Los vehículos que circulan a grandes velocidades, o los conductores que conducen bajo los efectos del alcohol son un serio peligro para la seguridad vial.
Los conductores que no tienen nada que esconder, no tienen por qué temer encontrarse con un control. Por eso, el propio reglamento de Tráfico recoge esta conducta como una falta penable.