Hay una creencia muy extendida que tiene que ver con el color del coche y los seguros. Mucha gente piensa que hay ciertos colores que pueden provocar que pagues más o menos al seguro. Por ejemplo, existe la creencia de que por comprarte un coche blanco, la póliza va a ser menos costosa.
Este mito se debe a que hay ciertos colores que pueden hacer que tu coche sea más seguro en la carretera. En el caso del coche blanco antes comentado, este color tan brillante hace que sea más visible por el resto de conductores, todo lo contrario a lo que genera un coche de color oscuro. Un coche negro es mucho menos visible por la noche. Pero, ¿es este motivo suficiente para encarecer el precio del seguro?
3¿Por qué existe esta creencia?
La razón principal para que exista la creencia de que las aseguradoras tienen en cuenta el color, se encuentra en la estadística. En la seguridad vial las estadísticas son muy minuciosas, y generan datos llamativos, como que hay ciertos colores de carrocería más propensos a sufrir accidentes. Sin embargo, este dato no significa que haya un color más peligroso que otro, y por eso las compañías de seguros pasan por alto este detalle.
Los colores más presentes en los accidentes son el negro y el rojo. Muchos podrían pensar que esta elección de pintura tiene algo que ver, por tanto, en la seguridad del vehículo, pero hay un factor que avala este resultado, y que sí es tenido en cuenta por las aseguradoras.
