El túnel de lavado es uno de esos inventos modernos que muchos utilizamos sin pensar demasiado en lo que ocurre tras las cortinas de espuma y los rugidos de los cepillos giratorios. Nos subimos al coche, seleccionamos un programa y en cuestión de minutos, nuestro vehículo sale brillante y reluciente, sin que en ningún momento nos preguntemos cuánta agua y energía han sido necesarias para devolverle ese lustre. Sin embargo, al profundizar un poco, uno se da cuenta de que el túnel de lavado es una máquina tan impresionante como compleja, y con un impacto considerable en el uso de recursos, especialmente en lo que respecta al agua.
2Innovación en el ahorro de agua
Ante este panorama, el sector del lavado de vehículos ha empezado a buscar soluciones más sostenibles y eficientes para reducir el consumo de agua. En este sentido, ISTOBAL, multinacional española líder en el sector, ha lanzado su innovador puente de lavado HW’PROGRESS2, un equipo que promete revolucionar la industria del lavado de vehículos industriales con una eficiencia sin precedentes.
El HW’PROGRESS2 no solo se adapta a una amplia gama de vehículos, desde pequeñas furgonetas hasta grandes camiones con formas irregulares, sino que también incorpora un rediseño en su circuito hidráulico que permite una reducción del consumo de agua de hasta un 25%. Esto significa que, en un túnel de lavado equipado con esta tecnología, un programa de lavado que anteriormente requería 200 litros de agua, ahora podría realizarse con tan solo 150 litros. Este ahorro es significativo si consideramos la cantidad de vehículos que pasan diariamente por estos túneles en estaciones de servicio y centros de lavado.