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5 consejos para ahorrar gasolina en la cuesta de enero

En un mundo donde la eficiencia energética y la economía doméstica se entrelazan con la creciente preocupación por la sostenibilidad ambiental, ahorrar combustible no solo alivia la cartera, sino que además contribuye a menor contaminación. La conocida ‘cuesta de enero’, período post-navideño caracterizado por el ajuste de presupuestos tras los gastos decembrinos, se presenta como una oportunidad idónea para adoptar medidas de ahorro. En el marco de este contexto, ahorrar gasolina se convierte en un doble acierto.

Hoy día, el precio de los combustibles es una variable siempre presente en el radar de la economía personal. Con las fluctuaciones del mercado y la constante subida en los precios, buscar formas de reducir el consumo se torna en una tarea de interés general. Medidas sencillas y cotidianas pueden marcar la diferencia.

Sin más preámbulos, ofrezco a continuación una serie de recomendaciones prácticas que serán de ayuda para que tu vehículo «beba» menos y tu bolsillo lo agradezca. No son necesarios cambios radicales, sino ajustes prácticos en la manera en que conducimos y mantenemos nuestros vehículos.

1. MANTENIMIENTO REGULAR DEL VEHÍCULO

1. MANTENIMIENTO REGULAR DEL VEHÍCULO

Una de las claves fundamentales para asegurar un consumo óptimo de gasolina es el mantenimiento adecuado del vehículo. Revisiones periódicas del motor, neumáticos y filtros pueden prevenir desperfectos que se traduzcan en un mayor consumo de combustible. ¿Sabías que una simple afinación del motor puede mejorar la eficiencia del combustible hasta en un 4%?

Además, la presión de los neumáticos tiene un impacto significativo. Circular con ellos desinflados aumenta la resistencia al rodaje y, por tanto, el consumo de gasolina. Mantenerlos con la presión recomendada por el fabricante puede reducir el gasto hasta en un 3%.

Es no menos cierto que el uso de aceites lubricantes adecuados puede ayudar al motor a funcionar más suavemente y, por ende, a consumir menos gasolina. Cambiar el aceite y utilizar uno de alta calidad sí tiene un efecto positivo en la economía de combustible.

Por último, no olvidemos el cambio de filtros. Un filtro de aire obstruido, por ejemplo, puede incrementar el consumo de gasolina hasta un 10%, haciendo menos eficiente la mezcla aire-combustible necesaria para la combustión.

2. MANEJO EFICIENTE

El estilo de conducción ejerce una influencia directa en el consumo de gasolina. Conducir de forma agresiva, con aceleraciones bruscas y frenazos continuos, no solo incrementa el riesgo de accidentes sino que también eleva el consumo de combustible. Practicar una conducción suave y anticipativa puede disminuir el consumo.

El uso estratégico de la velocidad también es crucial. Por ejemplo, mantener una velocidad constante en la carretera reduce el consumo comparado con alteraciones frecuentes en la aceleración. Los cruceros o control de velocidad ayudan a mantener este equilibrio.

Asimismo, el uso correcto del cambio de marchas es relevante. En los vehículos manuales, se recomienda cambiar de marcha antes de llegar a las 2.500 – 3.000 revoluciones. La utilización eficiente de las marchas puede reducir el consumo en un 15%.

Otra recomendación es apagar el motor en paradas prolongadas. Dejar el coche encendido mientras se está detenido no solo gasta combustible innecesariamente sino que también contribuye a la emisión de gases contaminantes. Un arranque consume menos que múltiples minutos en ralentí.

3. PLANIFICACIÓN Y ORGANIZACIÓN DE RUTAS

3. PLANIFICACIÓN Y ORGANIZACIÓN DE RUTAS

Uno de los aspectos más sencillos pero a veces ignorados es la planificación de las rutas a seguir. Evitar horas pico y congestionamientos puede traducirse en un ahorro considerable de combustible. ¿Puede ser más relajante al volante? Definitivamente, evitar el tráfico pesado disminuye el estrés y el consumo.

Uso de tecnologías, como GPS y aplicaciones de tráfico en tiempo real, permite encontrar las rutas más eficientes para llegar a destino. No solo se ahorra en gasolina, sino también en tiempo, un recurso igual de valioso.

Agrupar recados o gestionar varios asuntos en un solo viaje también es una táctica eficaz. Menos viajes equivalen a gastar menos gasolina, y en este caso, realizar varias tareas en un mismo itinerario maximiza la eficiencia del desplazamiento.

4. PESO Y AERODINÁMICA DEL VEHÍCULO

La carga que transportamos en nuestro vehículo suele ser un elemento al que no prestamos suficiente atención. Un aspecto curioso pero verídico es que cada kilogramo cuenta a la hora de ahorrar combustible. El exceso de peso demanda mayor esfuerzo del motor y, en consecuencia, más gasolina. Ser selectivo a la hora de cargar el maletero o prescindir de bultos innecesarios puede influir positivamente en el consumo.

Con respecto a la aerodinámica, ¡cuidado con el viento en contra! Elementos externos como barras portaequipajes, portabicicletas o simplemente llevar las ventanillas abiertas, especialmente a altas velocidades, pueden aumentar considerablemente la resistencia al aire y, por ende, el consumo de combustible. Utilizar productos diseñados para mejorar la aerodinámica y mantener cerradas las ventanas en autovías puede hacer más eficiente la marcha de nuestro «caballo de acero».

5. USO DE TECNOLOGÍAS Y ASISTENTES DE CONDUCCIÓN

Entramos en la era tecnológica y nuestros vehículos no son ajenos a ella. Los sistemas de conducción asistida, como el start-stop automático, que apaga el motor en paradas temporales y lo reactiva al pisar el embrague, se perfilan como aliados en la lucha contra el gasto innecesario de gasolina. Es una funcionalidad que, aunque a veces pueda resultar molesta, tiene un propósito ahorrativo y ecológico.

La lectura eficiente de los indicadores de nuestro tablero puede proporcionarnos información valiosa sobre el consumo de combustible. Muchos vehículos incluyen en su computadora de a bordo datos como el consumo medio, que nos permite adaptar nuestra conducción en busca de una mayor eficiencia.

6. EL COMBUSTIBLE ADECUADO Y EL MOMENTO DE SU COMPRA

6. EL COMBUSTIBLE ADECUADO Y EL MOMENTO DE SU COMPRA

Quizás suene sorprendente, pero no todos los combustibles son iguales ni todos los momentos son óptimos para efectuar la compra. Elegir un combustible de calidad puede significar una combustión más eficaz, lo que se traduce en menos visitas a la gasolinera. De igual modo, adquirir nuestro combustible en horas más frescas o tempranas del día puede incidir favorablemente dado que la densidad de este es mayor a temperaturas más bajas, obteniendo así más por el mismo precio.

En relación a esto último, valdría la pena explorar la utilización de apps o sitios web diseñados para rastrear los precios de la gasolina y encontrar la estación de servicio más económica en nuestra área o en la ruta proyectada. Son herramientas que hacen uso de la inteligencia colectiva para evitar que el gasto en gasolina suponga un desembolso mayor del necesario.

Para finalizar esta guía extendida de prácticas y consejos para afrontar la cuesta de enero sin que el gasto en gasolina nos desbanque, recordemos que el ahorro es una combinación de acciones, decisiones conscientes y, en ocasiones, un poco de inversión en tecnología que, con el tiempo, repercutirá en beneficios económicos. Los pequeños cambios en nuestra manera de conducir y tratar nuestro vehículo no solo serán una ventaja para nuestro bolsillo, sino que también representarán un paso adelante en la preservación de nuestro entorno medioambiental. La frugalidad aplicada a la conducción puede, y de hecho lo hace, conducir a un estilo de vida más sostenible y responsable