La Agencia Internacional de la Energía (AIE) se fundó en 1974 como respuesta de los países consumidores a la crisis del petróleo del año 1973 con el objetivo de ayudar a los países a coordinar una respuesta colectiva ante futuros problemas en el suministro de petróleo mediante un mecanismo de liberación de reservas de emergencia.
En su ultimo estudio revela las condiciones de precio que los combustibles fósiles van a sufrir, mientras se transita a la energía limpia, sin obviar los posibles repuntes de demanda y de precio en el usuario.
4El futuro de los combustibles para la AIE
El cambio está principalmente motivado por el crecimiento de “tecnologías de energía limpia como paneles solares y vehículos eléctricos”, los “cambios estructurales en la economía china” y “las ramificaciones de la crisis energética global”, describió el director de la AIE.
Con todo, Birol alerta de que las proyecciones de declive de la demanda no están “ni siquiera cerca de ser suficientes” para lograr el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados respecto a niveles preindustriales.
“Eso requerirá medidas por parte de los gobiernos significativamente más potentes y rápidas”, argumentó.
La AIE anticipa además que el declive de la demanda no será lineal, sino que se producirán picos, caídas y mesetas durante el proceso.
“Las olas de calor y sequías pueden provocar incrementos temporales en la demanda de carbón”, indica el directivo, que subraya al mismo tiempo que su predicciones “no eliminan la necesidad de invertir en la producción de petróleo y gas” porque “los declives naturales en los campos de extracción existentes pueden ser muy pronunciados”.