Cuando hablamos de mantenimiento del coche, pensamos en cambiar el aceite, el anticongelante o revisar si la presión de los neumáticos están en buen estado. ¿Y qué ocurre con los filtros? Son igual de importantes, pero no solo tienes que cambiar el del aire, el del aceite o el de la gasolina. Hay otro que quizá estás pasando por alto y que es igual de importante.
En este caso, no afecta a la vida útil del motor en sí, como puede ser el filtro del aceite o de la gasolina, pero sí influye mucho en tu comodidad dentro del coche. Y mucho más en primavera, con el polen que hay en el ambiente y los alérgenos. ¿Sabes ya de cuál hablamos?
2¿Cada cuánto tengo que cambiar el filtro de polen?

Lo ideal es cambiar el filtro de polen una vez al año, cuando hagamos el mantenimiento al coche, o entre 15.000 y 20.000 kilómetros. Eso sí, hay otros factores a tener en cuenta para responder bien a esta pregunta.
No es lo mismo si circulamos por una ciudad muy contaminada que por un pueblo, igual que no es lo mismo una autovía que un camino agrícola con polvo y tierra. También depende mucho del tipo de filtro antipolen que incorpore tu vehículo:
- Filtro de polen simple: ya lo dice su nombre, porque es el más sencillo y el que puedes comprar por unos 15 euros. Cumple bien su función y protege del polvo, el polen y los alérgenos, pero también es cierto que se desgasta mucho más rápido.
- Filtro de carbón activo: seguramente ya has intuido que este es más completo y, por ende, más caro. Cuesta unos 30 euros, pero también protege mucho mejor y puedes alargar su vida útil unos meses más que el anterior. No solo protege contra el polvo y el polen, también contra las emisiones y los gases de otros vehículos, y evita los malos olores.