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Kia Niro. Dará que hablar

A veces nos dejamos llevar por los estereotipos, por ejemplo cuando asociamos híbrido con coche de laboratorio que no tiene en las sensaciones de conducción una de sus prioridades. Pero a veces los estereotipos se rompen. Eso es lo que hace Kia con el Niro. Un SUV de tamaño medio que apuesta únicamento por la tecnología híbrida como medio de propulsión (más adelante llegará una variante híbrida enchufable y, posiblemente, una versión totalmente eléctrica).

Con él, Kia busca dos puntos de diferenciación. Respecto a los híbridos -como el Toyota Auris, que acapara el 42% de las ventas de híbridos en España- ofrece una carrocería más atractiva, con ese estilo todocamino que arrasa en el mercado; respecto a los SUV tradicionales (Nissan Qashqai o el propio Kia Sportage) se desmarca por su sistema de propulsión, que lo convierte en más atractivo para los tiempos de eficiencia y restricciones al tráfico en las ciudades que se avecinan.

Y además, suma otras virtudes, como un espacio interior sorprendente sobre todo en las plazas traseras -su distancia entre ejes es mayor que la del Sportage-, un maletero de 420 litros (aunque ahí suma el hueco existente para la rueda de repuesto, que aún no está definido si se ofrecerá de serie) y una buena calidad de acabados, con unos plásticos de muy buen tacto y aspecto.

Analizador del tipo de conducción

En el interior nos encontramos una gran pantalla táctil, con variantes de 7 y 8 pulgadas, desde donde se controlan las funciones del coche y donde se puede ver qué motor está en funcionamiento en cada momento. También la pantalla LCD del cuadro de instrumentos nos muestra, entre otras funciones, un analizador de nuestro tipo de conducción ('Eco', 'Normal' o 'Agresiva').

Y una virtud que le dará muchas armas para triunfar es un gran equipamiento de serie, en el que se ofrecen elementos de seguridad y ayuda a la conducción también sorprendentes, propios de modelos mucho más caros. Entre ellos, destaca un sistema de ayuda a la conducción eficiente (Eco-Driving Assistant System EcoDAS) que está siendo desarrollado para el mercado europeo y se incorporára más tarde. Combina dos tecnologías para conservar y recuperar energía eléctrica: la guía para el control de avance por inercia (Coasting Guide Control CGC) -avisa al conductor del mejor momento para dejar de acelerar y aprovechar la inercia- y el control predictivo de eficiencia (Predictive Energy Control PEC), que usa la navegación y el control de crucero para anticipar las subidas y bajadas en la carretera y buscar el momento óptimo para recargar la batería.

Y con los sistemas de ayuda que lleva se logra el máximo nivel de seguridad. Sistema de asistencia de frenada de emergencia, control de crucero adaptativo, aviso de cambio involuntario de carril, sistema de asistencia de mantenimiento en carril, sistema de detección de ángulo muerto o alerta de tráfico trasero son elementos que se ofrecerán en el Niro.

Conectividad a la última

En cuanto a conectividad, ese aspecto que cada vez más usuarios miran, el nuevo Niro ofrece el sistema Kia Connected Services, provisto por TomTom con actualizaciones gratuitas durante 7 años, que incluye tráfico en tiempo real, radares, búsqueda de puntos de interés… También cuenta con Android Auto y Apple Car Play para conectarse a los dos sistemas de teléfono más extendidos.

Pero lo que hace único al Niro es su comportamiento. Aplomado y divertido, nada que ver con los 'híbridos de laboratorio'. Los 141 CV de la combinación de sus dos motores empujan con decisión y casi instantáneamente. El coche apoya perfectamente en curvas y tiene un comportamiento sano y predecible. El cambio automático permite reducciones de hasta 3 marchas, lo que demuestra carácter y propulsa al Niro en maniobras de adelantamiento. Tal vez la dirección sea mejorable, pues nos ha parecido excesivamente suave.

Y eso no significa que el consumo se dispare. Los 3,8 litros que homologa la versión de llanta de 16 pulgadas o los 4,4 de la versión de 18 pulgadas, son fáciles de lograr. De hecho, en los alrededores de Fráncfort durante nuestro recorrido, que incluía tramos de autopistas y que hicimos a un ritmo de conducción normal, conseguimos un consumo medio de 4,6 l/100 km.

Un argumento más para un coche que ofrece 7 años de garantía y que, además parece también haber acertado con el precio: a partir de 19.985 euros sin incluir el Plan PIVE. Lo dicho: dará mucho que hablar.