Tras la llegada a finales de año de los renovados Outlander, sus cambios de imagen se han trasladado a este PHEV, el híbrido enchufable más vendido en el mundo.
Razones no le faltan, pues lleva la eficiencia a límites insospechados hace unos años. Bajo su silueta crossover, con una gran amplitud interior por la posición en los bajos de sus baterías, se esconde un arsenal tecnológico compuesto por un motor de gasolina, un generador de 70 kW y dos motores eléctricos que lo dotan de tracción total S-AWC sin conexión mecánica entre ambos ejes.
El motor térmico funciona para mover su generador, que carga las baterías que mueven sus motores eléctricos. Pero el 2.0 también está conectado a las ruedas delanteras por medio de una transmisión automática con una velocidad. En total son 203 CV, y aunque acaricia las dos toneladas, este Outlander PHEV anda de sobra.
Mitsubishi también ha trabajado en la insonorización y ha mejorado su dinámica, semejante a la del resto de sus hermanos de gama con mecánica convencional.
Consumo homologado de solo 1,8 l/100 km
Pero lo que realmente es llamativo de este Outlander PHEV es su consumo homologado de 1,8 l/100 km -antes 1,9-, que se consigue gracias a que sus baterías permiten recorrer hasta 52 kilómetros -nosotros hicimos 49 sin esfuerzos-. Cuando se agotan funciona como un híbrido convencional y Mitsubishi -se moja- anunciando que su consumo real puede oscilar entre cero y 5,5 l/100 km cuando funciona como eléctrico e híbrido respectivamente. Mejor aún es que no requiere de conocimientos especiales y desde el minuto uno te familiarizas con este compendio tecnológico, que nos mantiene informado de su estado en todo momento gracias a sus pantallas, que son de serie con el acabado Kaiteki.
Tiene un descuento de 8.975 euros para poder acogerse al Plan MOVEA que resta otros 3.700 euros. Así, su precio final se reduce drásticamente hasta ser 2.275 euros más barato que un Outlander diésel equivalente.