El competido segmento B tiene cada vez integrantes más duros, y para hacerles frente Toyota ha decidido revitalizar su exitoso Yaris. Lo hace revisando pilares básicos como el diseño, la personalización, la tecnología, la seguridad o la eficiencia.
Sobre la base de su tercera generación, lanzada en 2011, el centro de diseño ED2 que la firma nipona tiene al sur de Francia se ha encargado de actualizar su fachada. Han rediseñado los paragolpes, el portón trasero o los grupos ópticos, los traseros con peor fortuna quizás que los delanteros, aunque eso será cuestión de gustos. Dependiendo del nivel de equipamiento añaden la tecnología LED, que realza su carácter.
Los inconformistas ahora tienen más opciones de personalización, gracias a las versiones Bi-Tono, que combinan el techo negro con el resto de la carrocería en tonos azul, blanco, rojo o gris. Estas mismas combinaciones cromáticas se trasladan también al habitáculo, donde se ha mejorado la ergonomía, se ha añadido una pantalla TFT de 4,2 pulgadas y se ha integrado mejor su pantalla central táctil. A nivel de amplitud no hay cambios, con espacio para cinco ocupantes y un maletero de 286 litros.
Nuevo motor 1.5 VVT-i
Encontrar nuestra posición de conducción es fácil, y comenzamos descubriendo las mejoras que reciben los híbridos, que suponen un 42 por ciento de las ventas del Yaris en España. No obstante, es el único utilitario con una mecánica semejante. Y quieren incrementar esa cifra hasta el 60 por ciento en esta generación, que mantiene el mismo grupo propulsor, combinando un motor 1.5 VVT-i con otro eléctrico. Son 100 CV en total que van a las ruedas delanteras por medio de una transmisión CVT. Agradable en ciudad, muestra sus carencias al demandar energía con celeridad, pues tiene el 'feo' hábito de revolucionar en exceso el motor de gasolina, con un incremento lógico del ruido. Y eso que Toyota ha mejorado su insonorización -hasta 5,5 dB-, pues se han instalado nuevos soportes para el motor y escape. Esos 'defectos' los pasarán por alto los más respetuosos con el medio ambiente -al igual que su mejorable tacto de freno-, pues ellos se fijarán más en sus 3,3 l/100 km de gasto medio, en los 75 g/km de CO2 y en la opción de 'jugar' con el modo EV para circular en algunas ocasiones sin gastar ni gota de carburante.
Otra novedad es la introducción de un sofisticado motor 1.5 VVT-iE. Es atmosférico, tiene una relación de compresión de 13,5 a 1 y una sofisticada EGR refrigerada por agua. Además, puede pasar de ciclo Otto a Atkinson, y viceversa, en décimas de segundo. El resultado son 111 CV de potencia y 13,9 mkg de par, además de una eficiencia térmica del 38,5 por ciento. Eso sobre el papel, porque en marcha es suave y agradable, y se combina con una transmisión manual de 6 velocidades, aunque el tacto del embrague es mejorable y no han confirmado por el momento un cambio automático. Ofrece energía desde poco más de 1.000 rpm y supera fácilmente las 6.000, con progresividad y sin altibajos; además, sin la necesidad de turbocompresor. Corre bastante más que el 1.33 al que reemplaza, pero a la hora de adelantar hay que reducir de marcha, como buen atmosférico. Ahora bien, también presume de bajos consumos y emisiones, ya que cumple la futura norma Euro 6c.
Junto a ellos se mantiene el conocido 1.0 VVT-i, y no se ofrecerá un motor diésel, algo que viene haciendo el Yaris desde septiembre de 2015.
Toyota Safety Sense
Toyota también ha trabajado en el chasis, que presenta una dinámica noble y un elevado confort de marcha. Eso sin mencionar la seguridad activa, porque todos los Yaris equipan de serie Toyota Safety Sense, que añade ayudas a la conducción como la frenada de emergencia Precolision, control de luces de carretera, avisador de salida de la vía y reconocimiento de señales de tráfico. Por último, se han rediseñado los reposacabezas y también los airbag de cortina.
Comienzan a llegar el 21 de abril, con precios que parten de los 10.550 euros para los Yaris 70 City 3 puertas –9.550 con descuentos- y mantienen la compra 'Pay Per Drive' desde 120 euros al mes.
