El alcohol y las drogas siguen siendo una combinación explosiva al volante, pero ¿qué pasa cuando no hay volante? El conductor de un patinete eléctrico en Orpesa ha demostrado que el riesgo no se limita a los coches: quintuplicó la tasa de alcohol permitida y dio positivo en cocaína tras un accidente. Lo más increíble de esta historia es que, a pesar de su temeridad, el conductor no sufrió lesiones graves ni puso en peligro a terceros de forma directa. Sin embargo, las consecuencias legales y el susto deben servir como un recordatorio para todos.
1Un control que destapó algo más
La Policía Local de Orpesa actuó rápidamente tras el accidente. Según fuentes oficiales, el conductor mostró “síntomas evidentes” de haber consumido sustancias prohibidas. Al realizar las pruebas pertinentes, los agentes confirmaron sus sospechas: alcohol por las nubes y cocaína en el organismo. ¿El resultado? Una denuncia formal, la retirada del patinete eléctrico y un claro mensaje de las autoridades sobre la importancia de respetar las normas.
Aunque el conductor no necesitó ser trasladado al hospital, este incidente pone en el centro del debate la vulnerabilidad de los usuarios de vehículos de movilidad personal (VMP) y el peligro que representan cuando no se respetan las reglas.