El alcohol y las drogas siguen siendo una combinación explosiva al volante, pero ¿qué pasa cuando no hay volante? El conductor de un patinete eléctrico en Orpesa ha demostrado que el riesgo no se limita a los coches: quintuplicó la tasa de alcohol permitida y dio positivo en cocaína tras un accidente. Lo más increíble de esta historia es que, a pesar de su temeridad, el conductor no sufrió lesiones graves ni puso en peligro a terceros de forma directa. Sin embargo, las consecuencias legales y el susto deben servir como un recordatorio para todos.
5Todos somos responsables
Lo ocurrido en Orpesa es un recordatorio de que la seguridad vial no es exclusiva de los vehículos a motor. Conducir un patinete eléctrico con responsabilidad es tan importante como hacerlo en coche o en moto. Las normas existen por una razón, y su incumplimiento pone en peligro a todos, desde el conductor hasta los peatones.
Así que la próxima vez que subas a un patinete, piensa en lo que podría pasar si decides combinar velocidad, alcohol y sustancias. Este incidente podría haber terminado mucho peor. Por suerte, solo se trató de un susto… y un patinete confiscado. Pero la próxima vez, la historia podría no tener un final tan “ligero”.
