Con la llegada de la primavera se disparan los niveles de polen. Y con ello la alergia. Casi todos lo notamos, pero su incidencia negativa afecta especialmente a las personas alérgicas.
2Alergia primaveral
Normalmente, con la primavera aumentan las lluvias y, este año ha sido una época especialmente lluviosa. Un anticipo del buen tiempo y la subida de temperaturas para el brote y el crecimiento de las flores en las plantas.
Es la principal época de polinización masiva de las plantas, lo que trae consigo un aumento exponencial del nivel de polen en el aire. Lo que supone un periodo crítico para los que padecen alergia primaveral. Para ellos, pronto se manifestarán los molestos síntomas característicos en un mayor o menor grado.
Irritación de ojos, picor de garganta, congestión nasal, picores en la piel, estornudos constantes, problemas respiratorios, cansancio. Signos que se manifiestan en mayor o menor medida pero que en cualquier caso suelen necesita un tratamiento para eliminarlos o, en cualquier caso hacerlos disminuir. Sobre todo en los casos que van más allá de unas molestias e implican un deterioro de la calidad de vida. Y que pueden desembocar en problemas más graves como asma, e incluso depresión y ansiedad.