Aunque mucha gente espera con ilusión la llegada de la primavera para decir adiós al gélido frío del invierno, los alérgicos al polen no comparten este buen recibimiento. En esta época del año se registran los peores picos de alergias y millones de personas tienen que lidiar con los molestos síntomas que van asociados al aumento del polen en las calles.
Los desagradables efectos de la alergia pueden interferir en muchos aspectos de la vida, y la conducción también es uno de ellos. Lo mejor en estos casos, es preparar bien tu coche antes de que el aire se empiece a llenar de gramíneas, cupresáceas y todo tipo de polen.
2Los estornudos al volante pueden ser mortales
Aunque parezca exagerado las alergias pueden reducir la seguridad en la conducción de forma notable. Los continuos ataques de estornudos y el enrojecimiento de los ojos afectan directamente a la visibilidad. A lo que hay que sumar un malestar que puede hacer perder la atención sobre la carretera. Por eso es vital, tratar de reducir, en la medida de lo posible el impacto que tiene la alergia sobre la conducción.
Una sucesión de cinco o diez estornudos, algo que se produce de forma muy habitual cuando se tiene alergia, provoca perder la atención de la carretera en más de 100 metros en una vía rápida. Aunque los estornudos en la alergia sean inevitables, cualquier esfuerzo para intentar reducirlos y mantenerlos a raya en coche serán muy necesarios.