La gestión de los radares en Madrid siempre ha sido motivo de debate entre conductores y autoridades. Más allá de su objetivo de reducir accidentes y controlar la velocidad, se han convertido en una fuente inagotable de ingresos para las arcas municipales.
Uno de estos dispositivos, ubicado estratégicamente en el km 4 de la M-30, destaca no solo por su capacidad para sancionar, sino también por su increíble rentabilidad. ¿Podría el alcalde José Luis Martínez-Almeida comprarse un lujoso Bugatti Mistral solo con lo recaudado por este radar? En este artículo, vamos a analizarlo.
3¿Un Bugatti Mistral para Almeida?
El Bugatti Mistral es una de las joyas del automovilismo de lujo, uno de los coches más exclusivos y rápidos del mundo, con un precio que ronda los 5 millones de euros. Con lo recaudado por el radar de la M-30 en un solo año, el alcalde Almeida podría fácilmente comprarse este superdeportivo sin afectar el presupuesto municipal.
Es curioso pensar que un dispositivo tan pequeño pueda generar ingresos suficientes como para que Almeida pudiera adquirir un coche que representa el culmen del lujo; pero es así. El dato no solo ilustra la capacidad recaudatoria del radar; también abre en la calle el debate sobre el destino de estos fondos. Muchos ciudadanos se preguntan: ¿se utilizan realmente para mejorar la infraestructura vial, o se pierden en las cuentas del Ayuntamiento?