Desde el momento en que lo miras, sabes perfectamente que estás ante un Alpina. Puede que visualmente no haya cambiado en exceso respecto al BMW Serie 8 Gran Coupé, pero los distintos detalles de los que hace gala, esbozan un claro giro que lo convierte indiscutiblemente en un Alpina con todas las de la ley.
Reconocible desde el primer minuto
Para empezar, encontraremos un frontal con un splitter en el que luce en color blanco el logo de la compañía. En la zona trasera un nuevo difusor y un alerón le dan ese toque diferencial, sobre todo cuando lo acompañamos del magnífico sistema de escape deportivo que se ha desarrollado para el coche. Este está fabricado en acero inoxidable y le da un tono más nítido y natural al sonido del delicioso V8 que trae bajo el capó. A todo este sinfín de placeres audiovisuales se unen los colores exclusivos de los que se beneficia, entre los que están el Alpina Blue Metallic y el Alpina Green Metallic.
Pero el cambio más claro y que más delata al modelo ante el ojo experto (y no tan experto) son sus llantas Alpina Classic de 21 pulgadas. Estas son forjadas y esconden tras ellas un equipo de frenos Brembo con pinzas de cuatro pistones.
Confort, lujo y deportividad en un mismo lugar
Y si el exterior luce imponente, el interior lo hace tan deportivo como tecnológico y confortable, sabiendo mezclar todos estos ingredientes para obtener una receta de lo más interesante. Para empezar, al tratarse del Gran Coupé, tendremos unas plazas traseras habitables, cómodas y con un una entrada y salida excelentes gracias a sus puertas; cosa en la que el Coupé no destaca… Además, encontraremos un volante Alpina cubierto en cuero, umbrales de las puertas iluminados, molduras en madera o un centro de control del sistema iDrive en cristal, con el logo de Alpina grabado con láser.
Acompañando todo esto, el B8 Gran Coupé se presenta cargado de equipamiento, como los asientos delanteros calefactables y ventilados, los traseros calefactables, un climatizador de cuatro zonas, techo panorámico de cristal, techo interior en Alcantara, sistema de audio Harman Kardon de 16 altavoces, cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas y pantalla central de 10,25.
V8 biturbo de 620 CV
Pero el verdadero protagonista de la película no es otro que el V8 biturbo de 4,4 litros que esconde bajo su imponente y alargado capó. Este ha sido debidamente perfeccionado para que brinde ahora 620 CV de potencia y 800 Nm de par motor, lo que hace que sea bastante más poderoso que el M850i, con sus 530 CV, pero se quede a un paso del M8 Competition, que dispone de 625. El motor se conecta con una caja de cambios automática de ocho velocidades, lo que unido a su potencia permite al B8 Gran Coupé pasar de 0 a 100 en tan solo 3,3 segundos, alcanzando como velocidad máxima los 323 km/h.
Sin embargo, no solo se han puesto esfuerzos en aumentar la potencia, sino que también se han tocado otros apartados igual de vitales cuando le das más caballos a un coche.La suspensión se ha modificado y preparado expresamente para el modelo, con muelles Eibach, barras estabilizadoras reforzadas y anclajes más firmes y bajos para la suspensión de doble horquilla. También entre sus puntos fuertes se encuentra el diferencial de deslizamiento limitado o el sistema directriz en las cuatro ruedas, el cual permite girar las ruedas posteriores en un ángulo de hasta 2,3 grados.
Todo en este Alpina B8 Gran Coupé crece, ya sea su potencia, su diseño, el lujo o el manejo, pero sin duda lo hace también el precio; pues parte en los Estados Unidos desde los 139.000 dólares; es decir, unos 117.660 euros.