En las últimas elecciones, los peajes de autovías y autopistas se convirtieron en un tema polémico que causó un revuelo de opiniones. Mientras la DGT, a través de su director general Pere Navarro, inicialmente confirmó su implementación, el Gobierno, incluido el propio Pedro Sánchez, posteriormente desmintió su aplicación inminente. Sin embargo, la Unión Europea finalmente aclaró que estos peajes eran parte del compromiso de España para recibir los fondos Next Generation, estableciendo su implementación.
Estos peajes son una respuesta a la filosofía de «quién contamina paga», una lógica en la que se basa el cobro por uso de las carreteras, y que parece olvidar que todos los bienes que necesitan los ciudadanos en su día a día son transportados por carretera. El Gobierno español ya ha comenzado a planificar la introducción de un nuevo sistema de peajes en todas las autovías del país.
1Los peajes de garita desaparecen progresivamente de las autopistas
Estos nuevos peajes implicarán que los conductores paguen por cada kilómetro recorrido independientemente de si circulan por una autovía o una autopista, con el costo variando según factores como la hora del día y el tipo de vehículo. No obstante, la problemática de los peajes trasciende estas consideraciones.
Solo aquellos que ostenten la titularidad de una carretera pueden instaurar un peaje, lo que significa que el Estado español no puede establecer peajes en gran parte de su red vial, ya que muchas carreteras están bajo la jurisdicción de las comunidades autónomas. Esto augura un conflicto de intereses en 2024, cuando se haga obligatoria su activación, lo que probablemente requerirá un amplio pacto nacional.
