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sábado, 23 noviembre 2024

La alternativa a los desaparecidos patinetes eléctricos de Madrid

A partir de octubre de 2024, los patinetes eléctricos de alquiler desaparecerán de las calles de Madrid. La medida, que ha generado sorpresa en algunos sectores, es el resultado de una serie de problemas que las empresas operadoras no lograron solucionar, principalmente en cuanto al estacionamiento indebido y la circulación en zonas no permitidas. Aunque las autoridades buscaban regular el uso de estos vehículos normativos con que exigían estacionar en lugares habilitados y cumplir con un despliegue equilibrado en la ciudad, los incumplimientos de estas condiciones llevados al Ayuntamiento a revocar las licencias de los principales operadores​ .

Madrid, que hasta hace poco parecía apostar por los patinetes eléctricos como una alternativa de movilidad sostenible, ahora se enfrenta a un vacío en este ámbito. ¿Qué opciones quedan para aquellos que desean moverse de manera ágil y ecológica por la ciudad? Aquí es donde entra en escena una propuesta innovadora: Zeway.

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Movilidad sostenible en el corazón de Madrid, sin patinetes

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Madrid ha mostrado un claro compromiso hacia la sostenibilidad y la reducción de la huella de carbono. Sin embargo, la movilidad eléctrica necesita ajustes para garantizar un uso seguro y ordenado de la infraestructura urbana. El problema con los patinetes de alquiler no solo se centraba en su volumen, sino también en el comportamiento de los usuarios, quienes a menudo no respetaban las normativas de tránsito, afectando negativamente a los peatones, sobre todo a personas mayores. Según las autoridades, el mal estacionamiento y el uso irresponsable de los patinetes en aceras peatonales crearon un riesgo para la integridad física de los transeúntes, lo que llevó a esta decisión drástica​.

El modelo de Zeway ofrece una solución que aborda estos puntos críticos. Al no depender de una flota dispersa por toda la ciudad, su sistema de intercambio de baterías permite una movilidad limpia sin congestionar el espacio público. Cada uno tiene la responsabilidad de su propio vehículo, lo que minimiza los problemas de estacionamiento y circulación indebida del usuario. Además, los ciclomotores eléctricos pueden ofrecer la misma agilidad que un patinete, pero con una mayor estabilidad y seguridad en la conducción, contribuyendo a una convivencia más armoniosa en las calles.