La sal es el método más utilizado para derretir la nieve y evitar que las carreteras se conviertan en auténticas pistas de hielo. Sin embargo, su uso trae consigo efectos negativos: corroe los bajos de los vehículos, daña el pavimento y perjudica el medioambiente. Por suerte, existen otras soluciones que son más amigables con tu coche y con la naturaleza. ¿Cuáles? A continuación, te presentamos tres alternativas eficaces que pueden sustituir a la sal en la lucha contra la nieve en la carretera.
2Arena: tracción sin corrosión
Otra alternativa ampliamente utilizada es la arena. No solo ayuda a derretir la nieve gracias a la absorción del calor del sol, sino que también proporciona mayor adherencia a los neumáticos, reduciendo el riesgo de derrapes. A diferencia de la sal, la arena no provoca daños en la carrocería ni en los componentes metálicos de los coches.
El único inconveniente es que, con el tiempo, la arena puede acumularse en los sistemas de drenaje, lo que obliga a realizar limpiezas periódicas para evitar posibles obstrucciones. No obstante, si se utiliza en cantidades controladas y se retira adecuadamente, consigue ser una excelente alternativa para mantener las carreteras transitables sin sacrificar la integridad de los vehículos.