Para muchos, el acto de conducir es sinónimo de libertad, de poder desplazarse hacia donde uno desee, con la única compañía del motor y la carretera. Sin embargo, para un notable 33% de los conductores en España, según varios estudios, esta experiencia se convierte en una auténtica pesadilla. Hablamos de la amaxofobia, la fobia a conducir o viajar en vehículos, un trastorno de ansiedad que afecta a miles de personas y que no siempre recibe la atención que merece.
2El miedo social: La presión invisible
El miedo social es una de las facetas más comunes de la amaxofobia. ¿Qué pensarán los demás si cometen un error? ¿Y si provoca un atasco? ¿Qué sucede si no puedo controlar el vehículo en una situación difícil? Estas preguntas reflejan la ansiedad de quienes sufren este tipo de miedo. La crítica externa o la percepción de ser observados intensifican el temor, y el simple hecho de ser juzgados puede desencadenar una cadena de pensamientos catastróficos que les hace evitar la conducción.
