Después de décadas de servicio, los emblemáticos vehículos todoterreno Aníbal del Ejército de Tierra español, fabricados en la localidad andaluza de Linares, están a punto de ser sustituidos. Esta transición marca el final de una era para un vehículo que ha sido fundamental en las operaciones militares españolas. El contrato para su reemplazo, recientemente adjudicado a la compañía Iturri, supondrá la llegada de los nuevos Vehículos Militares Todoterreno Tácticos (VMTT), fabricados por Peugeot en su modelo Landtrek. Este cambio no solo representa una actualización tecnológica, sino también un paso hacia la modernización de la flota militar española.
Los Aníbal han sido durante años un pilar en la movilidad del Ejército de Tierra, utilizado tanto en operaciones nacionales como internacionales. Producidos por la ya desaparecida Santana Motor, estos vehículos adquirieron fama por su robustez y capacidad para enfrentarse a terrenos complicados. Sin embargo, a pesar de sus méritos, el tiempo ha pasado factura a los Aníbal, que ahora se ven superados por las exigencias actuales de movilidad y seguridad. Las dificultades para encontrar repuestos y mantener estos vehículos operativos han forzado al Ejército a buscar una solución definitiva.
2La llegada del Peugeot Landtrek
El proceso de reemplazo de los Aníbal ha estado plagado de retrasos y complicaciones, pero finalmente el contrato para el suministro de 4.500 nuevos vehículos todoterreno ha sido adjudicado a la compañía Iturri, que colaborará con Peugeot en la producción del modelo Landtrek adaptado a las necesidades militares. Estos nuevos vehículos, más modernos y adaptados a las exigencias del siglo XXI, ofrecen una solución a largo plazo para el Ejército de Tierra.
El Peugeot Landtrek, en su versión militarizada, representa un salto cualitativo en términos de tecnología y capacidades. Equipado con sistemas de navegación avanzados, protección reforzada y motores más eficientes, el Landtrek promete mayor confiabilidad y rendimiento en terrenos complicados. Con capacidad de carga superior a 900 kg, tracción a las cuatro ruedas y tecnología punta, este vehículo cumple con los estándares de la OTAN, lo que garantiza su interoperabilidad en misiones internacionales. Además, su facilidad de mantenimiento y la disponibilidad de piezas de repuesto aseguran una vida útil más larga y una mayor eficacia operativa.